jueves, 22 de septiembre de 2011

De patadas en los huevos y otros cantares (de dolor)

Algo que teme el género masculino en general, es a que le pegen una patada en sus genitales. Si bien me atrevería a decir que la mitad de los hombres nunca lo ha sufrido, yo soy de la otra mitad. Y dos veces.
La primera, no la recuerdo nítidamente, solo los detalles.
Estaba en la primaria, disfrutando del recreo. Súbitamente, se me acerca Xavier (No, Ruedas no...); ese compañero que odiaba por hacerse el canchero en todo momento, por ser amigo (y posterior novio) de la piba que me gustaba en 4to grado, y porque era objeto de sus bromas pesadas. Este se acerca y me tira una patada en la pierna, la cual esquivo con mi agilidad de gacela, girándome hacia la derecha sobre mi mísmo eje. Pero su pié siguió.
El resultado fueron 20 dolorosos minutos de estar en posición fetal, en el piso, doblado del dolor.
De esto me vengué, pero no recuerdo cómo. Y no recuerdo si lo disfruté tampoco... lo cual me lleva a que las venganzas son una perdida de tiempo (y también las telenovelas que hablan sobre este tema -las venganzas, no las patadas en los huevos-).
La segunda si que la recuerdo. Muy, muy bien... era verano, en el cumpleaños de Pedro (una de esas personas las cuales uno no sabe si sentir lástima o reírse de ellas, pero sin embargo se siente mal haciendo cualquiera de las dos). Estabamos en su pileta, jugando Marco Polo. Tuve un altercado con un amigo de él, el cual terminó en otra patada en los huevos.
Estando en el agua, no sentí nada. Cuando salí, lentamente me empezó a doler el orgullo hasta que quedé arrodillado. Los padres de Pedro (unos viejos que podrían ser su abuelo) me recomendaron hacer sentadillas. Todavía los estoy puteando (me incluyo por haberles hecho caso).
Quedé con odio hacia ellos, porque no le dijeron nada al causante de esta situación. De este no necesité vengarme... era el pibe exitoso de la escuela, y ahora trabaja de remisero.

Todavía sigo reflexionando acerca de si tendré algún día del padre.

6 comentarios:

  1. Sin dudas el peor dolor que pueda sentir un hombre, que hasta nos hace sufrir ver cuando alguien recibe un golpe ahí.

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  2. Funciona a muchos niveles...
    http://www.youtube.com/watch?v=z_5RVOoWxSs

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  3. Te compadezco con toda el alma, debe ser lo más horrible del mundo.

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  4. La bola en la ingle es al bola en la ingle...

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  5. OO sana O sana.
    Yo he recibido varias fracturas testiculares, por mi postura pendenciera en la secundaria, más que nada. Una de las más recordadas fue en un recreo también, sería tercer año del viejo polimodal, un pszeudoamigo, que como el tal Pedro, uno no sabía si era amigo del mismo por que le daba pena o gracia, la diferencia era que a mi no me daba pena reirme de él. Y lo hice en sus narices, a lo que respondió de una manera irracional, pegandome una patada en los huevos con un movimiento robótico, me la pasé acuclillado todo el recreo, para luego en el otro recreo cagarlo a patadas duramente.

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  6. UPS, EL DOLOR DE PARTO EN LA MUJER ENTONCES, JAJA

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