viernes, 30 de diciembre de 2011

Sueño

Caminaba a través de un bosque, con una mano en el abdomen. Sangraba, pero más me importaba el sentimiento de injusticia con el que iba cargado.
No pude más, y me senté apoyándome en un arbol. Miré mi mano. Seguía sangrando, pero menos que antes.
Levanté mi cabeza, puteando a la existencia, al destino y mis decisiones, y vi una cueva. Era oscura, no se veía el interior, pero sabía que había adentro. Estaba dios. Y no creía en él, pero quería pedirle explicaciones.
Intenté levantarme, pero alguien me detuvo agarrándome del hombro. Era Eze, un amigo que es policía. Estaba de uniforme, enfierrado, y llevando un bebé. Su hijo.
-Dejá que voy yo, teneme el bebé.- me dijo con seguridad y prepotencia.
Lo tomé, y el padre del crío corrió a la cueva con el arma en mano.
Nunca volvió.

El niño dormía y yo seguía perdiendo sangre.
Comienzo a ver figuras bestiales entre los árboles. Se acercan, y resultan ser animales. Comienzan a saludarme, a su manera. Un ciervo me tocó con su cornamenta, un puma me lamió la cara, una ardilla me pegó un mordisco suave en el brazo...
Se llenó de animales hasta que desperté.

Que lo parió, el Skyrim me está haciendo mal...