sábado, 11 de junio de 2011

La enfermedad del soñador

Esta enfermedad se caracteriza en afectar a personas con sueños importantes para ellas. Desde mi experiencia, como soñador compulsivo, no puedo dejar de pensar en como realizarlos y (por sobre todas las cosas) como los disfrutaré. Es confortante, hasta llegar a la realidad fútil. Esta nos echa en la cara que se necesita tiempo, ganas, capital... pero por sobre todas las cosas, tiempo. Y en estos casos, el tiempo es una fila de ancianas comprando en un almacén los víveres para todo el resto de su agotada (pero empedernida) vida, cuando uno esta con ese paquete de café de filtro, el cual desea con toda el alma ir a su casa y tomarlo para continuar su mucho mas enérgica vida. Aunque, vamos, no tanto... ¿sinó para que fuimos a comprar el café?
Lo peor de esto son las epifanías relacionadas con estos sueños, que tienden a perfeccionarlos. Estas hacen que los sueños nos pesen mas; e incluso que a veces nos duelan, rasguñándonos con sus uñas mientras la misma realidad nos lleva de vuelta a sentarnos en la mesa para hacer nuestros quehaceres diarios.
Volviendo a hablar desde la experiencia personal, la solución a este tema que tanto nos pesa y nos duele, es esperar y sentarse a oler las flores tendido en el lugar mas lindo que conozcas; o cumplir sueños menores que requieran menos esfuerzo con el solo fin de distraerse un rato. Es casi imposible (pero no completamente) bajarle un cambio a la mente, cuando los sueños hacen que uno se olvide del tiempo por un momento. Admiro a aquellos que puedan hacerlo.

Post dedicado a los soñadores. En especial a la autora de este blos.

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